WALTER A. REYNOSO
Ferviente Defensor de Todos –
Clientes Influyentes y la Persona Común

Cuando los fiscales federales presentaron una acusación en contra de la propietaria de vivienda María Valdés por conspiración para operar una casa dedicada al cultivo de marihuana en el condado St. Lucie en 2007, ella acudió al abogado defensor de Coral Gables, Walter Reynoso buscando ayuda. La presunta conspiración estaba relacionada con varias casas dedicadas al cultivo de marihuana y con un asesinato. Al investigar el caso, Reynoso pudo demostrar que Valdés, una abuela que tenía la casa alquilada, desconocía que se estaban llevando a cabo estas actividades ilegales. Después de muchos meses de trabajo intenso, un juez del Tribunal de Distrito de los Estados Unidos desestimó la acusación. Todos los demás acusados fueron condenados, y uno fue sentenciado a 30 años de prisión. 

“Nuestro bufete de abogados representa a muchos ejecutivos, contadores, abogados y otros profesionales”, dice Reynoso, quien trabaja con su hermano, Luis E. Reynoso, en The Law Offices of Walter A. Reynoso, P.A. “Pero nunca nos olvidamos de la persona corriente. Defender la libertad, los derechos y la reputación de una persona es la esencia de nuestro sistema de justicia, y eso es lo que me impulsa en mi trabajo”.

Desde que abrió su bufete de defensa penal en 1986, Reynoso ha representado con éxito a muchos clientes de notoriedad a lo largo de los años, incluyendo corporaciones, deportistas profesionales, políticos, médicos, abogados y acusados principales en importantes casos de delitos mayores, drogas y lavado de dinero.  

Reynoso representó a Scott Olsen, lanzador de 23 años de los Florida Marlins, quien enfrentaba cargos de dos delitos mayores fuera del campo de juego en 2006. “Eso puso en peligro su contrato, su carrera y su capacidad de seguir jugando béisbol profesional”, dice Reynoso. “Trabajamos con sus agentes y las Grandes Ligas, y pudimos lograr que se desestimaran todos los cargos. Scott continuó disfrutando de una carrera exitosa y actualmente es lanzador de los Texas Rangers”.

Reynoso, quien es miembro vitalicio de la Asociación Nacional de Abogados de Defensa Penal y ex presidente de la Asociación del Colegio de Abogados Colombo-Americanos, se concentra en la defensa penal de los llamados delitos de “cuello blanco” y juicios en tribunales federales. Su hermano Luis se encarga de asuntos relacionados con delitos mayores y menores en tribunales estatales. Ambos abogados colaboran frecuentemente en todos sus casos. 


Espíritu competitivo

Nacido en Colombia, Reynoso llegó al sur de la Florida en 1963 a la edad de cuatro años. “Mis padres me enseñaron el valor de trabajar duro, y me han inspirado a lo largo de los años”, dice. Esa determinación valió la pena – jugó fútbol americano durante cuatro años en Chaminade High School, logrando ser parte del equipo “All-Broward County” como outside linebacker. Recientemente, ingresó al Salón de la Fama de Deportistas de la escuela.  

De allí, Reynoso se matriculó en la Universidad John Carroll, donde siguió jugando fútbol y fue nombrado capitán defensivo en su último año, antes de recibir un título en administración de empresas. Mientras estaba en la Facultad de Derecho de Boston College, escribió para el Uniform Commercial Code Reporter Digest de Boston College y trabajó para el Departamento de Justicia y la Comisión de Bolsa y Valores, Unidad de Ejecución. 

También, dice Reynoso, tomó “la mejor decisión de mi vida” al casarse con Melanie, su esposa desde hace 25 años. Él y su esposa tienen cuatro hijos: Jenna, Kristen, Wally Jr. y Britney. Jenna estudia en Fordham Business School en Nueva York, Kristen está en la facultad de derecho en la Universidad Nova Southeastern, Wally Jr. está en su penúltimo año en la Universidad de Alabama (especializándose en pre derecho) y Britney está en su primer año en St. Thomas High School en Fort Lauderdale. “Paso mucho tiempo con mi familia”, dice Reynoso. “También disfruto competir en carreras de 10K, pasear en barco y hacer ejercicio. Pienso que tiene que haber un equilibrio entre el trabajo, disfrutar de la familia y disfrutar la vida. El éxito se logra cuando se encuentra ese equilibrio ideal. Para mí, cada día es un día más de felicidad”. 

Reynoso también dona su tiempo como voluntario ayudando activamente a los desamparados del sur de la Florida, y es patrocinador de Camillus House y Miami Rescue Mission. El bufete de abogados también dirige un Programa de Mentores en Derecho en las escuelas intermedias locales, donde los niños participan en un juicio simulado y se desempeñan como fiscales, abogados defensores y miembros del jurado. Reynoso y su familia han recibido premios por su trabajo al organizar fiestas de fin de año y otros eventos para los niños de Children’s Home Society.


Casos federales

La carrera de Reynoso arrancó con ímpetu, trabajando un juicio tras otro. “Gané prestigio entre mis colegas dentro del sistema judicial”, dice, recordando un largo juicio de ocho acusados donde terminó ganando todos los cargos del caso. Después, John Schlesinger, el entonces fiscal federal adjunto, halagó a Reynoso en una carta, diciéndole: “Fue un placer trabajar con usted como adversario en este juicio. Entre todos los abogados que estuvieron involucrados en este caso, usted se destacó como uno de los mejores y es sin duda el oponente más justo y de más ética que he tenido”. Reynoso enmarcó la carta con el veredicto, uno de los tantos de “no culpable” que están enmarcados por toda su oficina. “Los veredictos son verdaderos testimonios. Cada veredicto manifiesta que 12 miembros de un jurado tomaron en cuenta la evidencia que les presentó el gobierno de los Estados Unidos en contra de cada cliente, y declararon a cada cliente no culpable de los cargos que les formulara un Gran Jurado Federal”, dice.

En los últimos 25 años, el número de juicios con jurado dentro del sistema judicial ha disminuido, dice Reynoso. Hoy en día, puede que solo trabaje dos o tres juicios al año, comparado con al menos una docena al año en la década de los noventa. “Con las modificaciones progresivas dentro del sistema judicial, mi trabajo ha cambiado”, dice. “Ahora, representamos clientes que enfrentan investigaciones de gran jurado o de acusaciones federales, con la meta de ayudarlos a evitar todos los cargos”.

Ese enfoque es particularmente importante, dice Reynoso, porque la tasa de condenas después de que un gran jurado formula una acusación en contra de una persona es de un 90 por ciento. “He logrado que se desestimen cinco acusaciones distintas antes de ir a juicio – un suceso inusual. Lo he podido hacer con preparación, preparación y más preparación. He tenido mucha suerte en mi carrera, pero para mí, el significado de la palabra ‘suerte’ es cuando la preparación se encuentra con la oportunidad”. 

Entre las victorias judiciales más recientes de Reynoso que nunca llegaron a la sala del tribunal, estuvo la absolución de un ejecutivo implicado en una acusación  de fijación de precios de gasolina en el sur de la Florida. También el año pasado, Reynoso representó a una corporación y a su propietario quienes se habían visto implicados en un monumental caso de lavado de dinero en St. Louis. “Esa  investigación concluyó este año sin que se les presentaran cargos ni a la empresa ni al propietario”, dijo. “La empresa continúa prosperando y cuenta con más de 200 empleados en el sur de la Florida, Suramérica y China”. 

Junto con su hermano, Reynoso aún lucha por la persona “común y corriente”, como un joven estudiante de secundaria que llevó una navaja a la escuela. “Eso es un delito mayor, bajo la política de cero tolerancia del distrito escolar”, dice. “Pero era un buen muchacho que sacaba buenas notas. Pudimos lograr que se desestimaran los cargos y recientemente lo aceptaron para estudiar en MIT (Massachusetts Institute of Technology). Mejorarles las vidas a las personas – de eso se trata mi trabajo”.